Audioslave – Revelations – 2006

Tercero, tercero, tercero...

Y todavía no estoy seguro, si fue una buena entrega.

La primera que encabeza a la compilación, podría ser tomada como una síntesis de esta.

“One and the same”, “Sound of a gun”, “Until we fall”, “Original fire” y “Jewel of the summertime” sigue siendo el estilo de estos esclavos.

“Broken cities”, “Somedays” y “Shape of things to come” no creo que sean de lo mejor.

Las de gran calibre “Wide awake”, “Nothing left to say but good bye” y “Moth”

¿quien sabe porque? Pero hasta ahí las dejaron.

Las revelaciones no son tan liberadoras, como las que se pueden escuchar en las ediciones anteriores, aunque se percibe una continuidad con él “out of exile”, tampoco se trata de ser extremistas o arbitrarios.

Bloc Party - A weekend in the city - 2007

Hace unos meses me decian que el Silent Alarm es total y brillante, empiezo a creerlo...

Porque ya escuche esta nueva produccion, la cual es decepcionante, carente de lo que contenia el debut, la primera "Song for clay" es fortisima y jaladora, pero el resto sigue y sigue sin rumbo, sin personalidad, la maldicion del segundo disco se apunta una victima más.

Todo indica que los londinenses, buscaron inventar el hilo negro, olvidarse de la velocidad creciente y las armonias de sus guitarras, caracteristicas del Silent Alarm.

Una propuesta con miedo que deberia llamarse : ¿y donde quedo el garage?

The Hold Steady - Boys and girls in america - 2006

Otra banda de Brooklyn, otra con talento, otra diferente al montón.
En vez de intentar musica para mainstream, este conjunto maneja un rock predicativo, Craig Finn lo ejerce mediante pequeñas historias ambientadas en un estilo ligero, la referencia mas cercana a este grupo, Bruce Springteen.

Las 11 pistas se recorren sin escala alguna, no hay nada que probar solo hacerse escuchar.

Un album en busqueda del concepto, en vez de caer en sonidos conformistas.

Muse en el Palacio de los deportes - 2007 - Matthew Bellamy al grito de Survive Mexico.

Crónica del 12/04/07

6:40 Llegamos 5 seguidores al cascaron de los deportes, primero fuimos a hechar un vistazo a los souvenirs (recuerdos, ya pocos le dicen así) y nos hacemos de unos posters.

7:10 Decidimos entrar a las instalaciones, pero nos rebotan por los carteles que habíamos comprado, por lo tanto tomamos el consejo de dejarlo guardado con el vendedor, el cual con resignación accede al reclamo.

7:30 Ya estamos adentro después de pasar por todos los filtros de seguridad, para mi sorpresa el recinto esta mas vacío que el azteca en un partido del atlante, con la excepción de la pista que ya tenia ocupado todo el espacio frente al escenario.

8:30 Los lugares numerados siguen semivacíos, no se hablo de un grupo o artista telonero, nunca lo hubo, el paquete era grande, lo mas seguro es que terminara apurado y abucheado.

9:15 Ha comenzado el alboroto, el lugar se abarrota, los acomodadores suben y bajan, asignando los asientos de cada espectador recién llegado y nos dividimos (conseguimos los boletos en dos tiempos: 3 y 2).

9:30 La hora cero... no hay nada, la tensión empieza a formarse, no durara mucho.

9:40 Llega la oscuridad, la expectación es general. De forma gradual, las intensas luces rojas anuncian el primer momento de algarabía y hallamos que la silueta de Matthew Bellamy entona “Take a bow” lo que vislumbra una noche demoledora.

El publico sigue incrédulo y pasa a una “Hysteria” colectiva. Todos cantan (no muy bien), la energía empieza ser uniforme.

La fecha estaba reservada para las revelaciones, entonces siguieron, “Supermassive black hole” esa lujuriosa melodía adornada con una animación excelente ,“Map of problematique” con un Dominic Howard en plenitud.

La teoría del caos se hace elocuente con “Butterflies & Hurricaines” Bellamy asombra a todos los presentes con su piano (un instante ansiado por la mayoría).
Al terminar, toma la guitarra y no hace prisioneros con “Assassin”.

“Sing for absolution” da el toque emotivo, mi espina dorsal no deja de recibir impulsos, porque la canción es ejecutada de manera majestuosa y sin reservas.

“Citizen erased” una tremenda sacudida que le dio simetría al concierto.

Es tiempo de sentarse al piano, relajar los ánimos, “Hoodo” deja a todos callados y atentos. También hay que ponerse melancólico, escuchar “Sunburn” esa que es obligatoria para la primera vez, mi sorpresa más grata fue cuando decidieron tocar aquel blues de Nina Simone, esa pieza inconmensurable llamada “Feeling good”.


“Starlight”una de las que tuvo mas complicidad, rematándola con un “Blues jam” espectacular.
Chris Wolstenholme actúa como normalmente lo hace: sobrio, digita en su bajo “Time is running out”, la masa esta incontenible, el furor es total, nadie puede quedarse callado.

El lugar se hace cada vez más pequeño, nada puede detener el frenesí y continúan con “New Born” una introducción sutil que da paso a un riff poderoso y esa frase inalcanzable: destroy the spineless, show me it's real... resonante y aturdidor como todo clímax.



Encore 1
Todos nos desplomamos hacia los asientos en el descanso corto, unos cuantos minutos después regresaron para pedir compañía con enzendedores y zelulares (con zierto español) en la bellamente triste “A soldier’s poem” al terminar, para el contraste, tocan lo mas optimista del black holes “Invincible”.
La imponente “Stockholm Syndrome”, secuestrando a todos los oídos en un estallido sonoro que inicio el “Kaoss jam”.

Encore 2

El cierre es inminente, “City of delusion” hecha realidad gracias al invitado, “Plugin baby” la estremecedora interpretación de Bellamy (que supero a la audiencia con sus agudos).

El gran final “Knights of Cydonia” cimbro a todo el palacio de los rebotes, la audiencia corea, salta y se entrega.

You and I must fight for our rights
You and I must fight to survive
Un cierre sensacional, todos felices y embriagados por la euforia que duro más de 100 minutos.


Analisis Final.

A pesar de ser sobrevaluados y de contar con un gran número de fundamentalistas neófitos, el grupo toca sin titubear, no espera nada, en cambio sabe como responder a la devoción de sus seguidores sin abusar de ellos, además de absorber y destruir las críticas baratas (comparaciones con Radiohead).

MUSE

Un evento en todos los sentidos.

Liars – Drums are not dead - 2006

¿Tributo o réquiem para tambores?

No es posible que aun existan discos así, caprichosos, tormentosos y aburridos.
No contiene nada alternativo, ni interesante, todo se vuelve monótono y hasta predecible.
Este tal vez sea uno de los más pretenciosos del 2006, completamente ordinario, sin alma y muy sobrado.
Creo que una de las peores cosas del disco, es distinguir cual es mas fuerte:
La hueva de su vocalista (imitación barata de Thom Yorke) o la de los instrumentos (en su mayoría repetitivos)

A ver quien toma en serio a estos mentirosos.